Prevenir la violencia de género en adolescentes

Desgraciadamente estamos volviendo a mentalidades de hace algunos años. La mentalidad de nuestra juventud está retrocediendo en el tiempo y el control, la posesión y las relaciones tóxicas se están apoderando de ellas y de ellos. «Ella es mía» y pensar que la confianza se demuestra en pasarle los datos de acceso a diferentes redes sociales, al correo electrónico o al móvil es una muestra de cariño y de amor, está abocando a las relaciones juveniles al más profundo fracaso y a la «detrucción» de la autoestima de las chicas.

A continuación enumero una serie de campañas, apps y otros recursos ideados por diferentes entidades, asociaciones para prevenir la violencia de género entre la comunidad adolescente.
 

www.enlaredtampoco.es

App para android e IOS elaborada por Santa Cruz de Tenerife:

http://www.madrid.org/cs/Satellite?c=CM_InfPractica_FA&cid=1354194793001&idConsejeria=1109266187278&idListConsj=1109265444710&idOrganismo=1109266228570&language=es&pagename=ComunidadMadrid%2FEstructura&sm=1109266100977

http://www.injuve.es/convivencia/noticia/descarga-gratis-la-app-libres

http://adolescentesinviolenciadegenero.com/

http://enredatesinmachismo.com/

http://adolescentesinviolenciadegenero.com/telefono-ayuda-adolescentes/

Comparto un pequeño corto ideado por jóvenes e interpretado por ellos, que participó en un concurso organizado por el antiguo Ministerio de Igualdad. «Sin pensarlo dos veces».
https://www.youtube.com/watch?v=RGjM8h3-dZU 

 

Decisiones

No me considero una coach, sino una persona que ha vivido ciertas experiencias a lo largo de su vida que han hecho que adquiera determinados saberes, por llamarlo de alguna manera. 
Las conversaciones con personas desconocidas que después se convierten en conocidas y amigas, la lectura de los libros de «autoayuda» (denominación que no me gusta, ya que pienso que cualquier libro, leído en el momento oportuno, te puede ayudar en tu vida), las propias experiencias buenas y malas que posteriormente analizas y estudias y desgranas, los buenos y los malos consejos de tu familia y amistades,… todo ello hace que tenga capacidad para salir adelante, para seguir luchando, que tenga lo que se llama «resiliencia».

Hace unos días, una persona cercana, que no está viviendo un buen momento, me pidió consejo y yo, más o menos, le dije lo siguiente:

Las decisiones hay que tomarlas, no por postergarlas en el tiempo las cosas se solucionarán o se «desharán» solas. Espero equivocarme, pero cuanto más esperes peor serán las cosas, además, más difícil se te hará romper la situación/relación.
No digo que tomar decisiones sea fácil. Siempre se busca el apoyo de gente del entorno más cercano para hacerlo; se busca la confianza que estas personas pueden darte para asegurarte de que lo que haces es lo correcto o está bien. Pero piensa que lo que es bueno para ti, en muchas ocasiones, no es bueno para otras personas o no es lo correcto para otras.
Me ha costado darme cuenta, pero lo he hecho, y cada vez estoy más convencida de que lo importante y lo principal es ser «egoísta», en el sentido de estar bien «yo misma» y después mirar por los demás. Si «yo» estoy bien, haré que la gente de mi entorno lo esté. No se puede estar viviendo una «mentira» o una situación desagradable por el mero hecho de «el qué dirán», «cómo le voy a hacer esto a Fulatino o a mi familia» o por el miedo al futuro/a lo desconocido. Si no arriesgamos no tenemos, y si no tenemos, estaremos mal y soñando en un futuro mejor sin hacer nada por conseguirlo. La «luna» se consigue luchando y viviendo el día, trabajando para llegar a alcanzarla. Si no se lucha, si no se trabaja, siempre estarás en el mismo lugar y nunca avanzarás. 
Preocúpate de ti misma, de estar bien, de vivir coño, que la vida es corta (aunque suene a tópico) que la vida de cada persona es de cada una y que nadie la va a vivir por ti.

De todo se aprende, de lo bueno y de lo malo. Hasta las cosas negativas tienen su punto positivo, lo sé por experiencia. Siempre hay que buscar lo positivo porque es lo que te ayudará a seguir adelante. Hay que valerse por una misma, pero también hay que saber pedir ayuda y saber a quién pedirla.
Este momento ha pasado. Hay que sacar lo bueno de esta experiencia: sabes cómo quieres vivir tu vida, qué te hac sentir bien y feliz y qué no quieres a tu lado. 

Hay personas por las que vale la pena «perder» el tiempo. Pero otras personas, por el contrario, son muy tóxicas y es mejor apartarlas de nuestro lado para que nuestra salud no se resienta.

La visualización

La verdad, no es por echarme flores, pero cuando me pongo a preparar talleres, de cualquier tipo, no sólo para las chicas de Generando Igualdad, necesito muuuucho tiempo para buscar el material, seleccionar el que creo que me vendrá mejor para lo que quiero trabajar, organizar la sesión, los tiempos,…

Entre esas búsquedas, descubrí los cuentos de Jorge Bucay. Podremos estar de acuerdo o no en su método, pero no podemos negar el poder de los cuentos (como ya he dicho, creo, en otras ocasiones). 

Este cuento lo he usado en mi último taller «Somos reinas» para hablar de las capacidades de cada persona, en los impedimentos que tenemos y/o que nos ponemos, en la necesidad de intentarlo, intentarlo y volver a intentarlo cuando pensamos que ya no seremos capaz de sacarlo adelante.

Hay un dicho que dice: «el que la sigue, la consigue«. Pues eso debemos hacer a lo largo de toda nuestra vida, seguir y seguir hasta que consigamos aquello que queremos. En mi caso, por ejemplo, «la luna».

Porque nadie nos puede decir que no podemos antes de intentarlo al menos.

EL ELEFANTE ENCADENADO (Jorge Bucay)
Cuando yo era pequeño me encantaban los circos, y lo que más me
gustaba de los circos eran los animales. Me llamaba especialmente la
atención el elefante que, como más tarde supe, era también el animal
preferido por otros niños. Durante la función, la enorme bestia hacía gala
de un peso, un tamaño y una fuerza descomunales… Pero después de
su actuación y hasta poco antes de volver al escenario, el elefante
siempre permanecía atado a una pequeña estaca clavada en el suelo con una cadena que
aprisionaba una de sus patas.
Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos
centímetros en el suelo. Y, aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que un
animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su fuerza, podría liberarse con facilidad de la
estaca y huir.
El misterio sigue pareciéndome evidente.
¿Qué lo sujeta entonces?
¿Por qué no huye?
Cuando tenía cinco o seis años, yo todavía confiaba en la sabiduría de los mayores. Pregunté
entonces a un maestro, un padre o un tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó
que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado.
Hice entonces la pregunta obvia: «Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan?».
No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo, olvidé el misterio del
elefante y la estaca, y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían
hecho esa pregunta alguna vez.
Hace algunos años, descubrí que, por suerte para mí, alguien había sido lo suficientemente sabio
como para encontrar la respuesta:
El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era
muy, muy pequeño.
Cerré los ojos e imaginé al indefenso elefante recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de
que, en aquel momento, el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y, a pesar de sus
esfuerzos, no lo consiguió, porque aquella estaca era demasiado dura para él.
Imaginé que se dormía agotado y que al día siguiente lo volvía a intentar, y al otro día, y al otro…
Hasta que, un día, un día terrible para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a
su destino.
Ese elefante enorme y poderoso que vemos en el circo no escapa porque, pobre, cree que no
puede.
Tiene grabado el recuerdo de la impotencia que sintió poco después de nacer.
Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese recuerdo.
Jamás, jamás intentó volver a poner a prueba su fuerza…
Todos somos un poco como el elefante del circo: vamos por el mundo atados a cientos de
estacas que nos restan libertad. Vivimos pensando que «no podemos» hacer montones de
cosas, simplemente porque una vez, hace tiempo, cuando éramos pequeños, lo intentamos y no
lo conseguimos. Hicimos entonces lo mismo que el elefante, y grabamos en nuestra memoria
este mensaje: No puedo, no puedo y nunca podré.
Hemos crecido llevando ese mensaje que nos impusimos a nosostros mismos y por eso nunca
más volvimos a intentar liberarnos de la estaca. 

Acá os dejo el enlace si queréis escuchar el cuento:

Los dibujos animados que ven nuestros niños y nuestras niñas

En este post me voy a hacer eco de un estudio que se ha realizado en la Universidad de Granada sobre los dibujos animados que ven nuestros/as menores. Creo que no tiene desperdicio y que debemos empezar a cuestionarnos qué es lo que queremos enseñar a nuestros chicos y a nuestras chicas, qué valores y qué roles les queremos asignar.
Aquí os dejo el enlace para que le echéis un vistazo:

http://www.publico.es/culturas/513309/un-estudio-revela-que-los-dibujos-animados-femeninos-estan-asociados-a-estereotipos-negativos?utm_content=bufferb6d9b&utm_medium=social&utm_source=facebook.com&utm_campaign=buffer

La casa de sus sueños

En todos estos años por mi vida, como por la de cualquier persona, ha pasado mucha gente, buena, mala, regular,… pero de toda ella se puede aprender y sacar algo positivo.
Ya he comentado en otro post mi afición por los cuentos. De todo el mundo (mi familia y amistades) es conocida mi afición por la lectura que he ido cultivando en mí y en mi hija. He aprendido a amar los cuentos, a sacarles todo el jugo posible y en transformarlos a una herramienta de enseñanza.
En primer lugar, Juan Carlos Di Pane Sánchez, gran amigo, creador, artista, me dio la oportunidad de empezar a contar cuentos en Cruz Roja por medio del curso de «Cuentacuentos Interculturales», una forma de acercar las distintas culturas a las personas residentes en Salamanca. Grandes cuentos aprendí y conté con él, y, espero, seguir contando.
Como soy «culo» inquieto y no paro de estudiar, aprender y absorver enseñanzas de otras personas, se cruzó por mi camino Roberto García Encinas, dramaturgo y profesor de teatro. Ya lo he contado en otro post, pero el curso de Narración Oral impartido por este profesional y, ya, amigo, me dio más alas para seguir contando cuentos.
Como por pedir que no quede, y ante la inminente llegada de diversos talleres en los que tenía que hablar sobre agresiones sexuales, igualdad y violencia de género, le pedí a Roberto, si podía, un texto que hablara sobre esto último.
Lo creó, lo redactó y lo publicó en una revista cultural con la que colabora. Yo no lo pude utilizar en mis sesiones porque el público era bastante difícil, pero no quiero dejar de compartirlo ahora, debido a la reciente publicación de un informe a nivel europeo sobre la violencia de género, como consecuencia de las distintas informaciones y noticias conocidas en los últimos días de muertes de mujeres. 
El mensaje puede ser claro y, a la vez, complicado de llevar a cabo, pero no podemos olvidar que los hombres y las mujeres somos iguales, que nadie se encuentra en un plano de superioridad en relación con la otra persona y que, cuando la relación está llena de violencia podemos comenzar diciéndole que… «si quieres Fairy, ya sabes dónde está el supermercado».

La casa de sus sueños

Publicado el 11/01/2014 por Roberto García Encinas en Literatura, Relatos beves 
La casa de sus sueños
– ¡Vaya! ¡Se ha acabado el Fairy!
Bueno, al fin y al cabo daba igual. Abrió el grifo y echó un chorrito en el envase. Eso le daría suficiente espuma para fregar las dos tazas del desayuno, el plato de las tostadas y la cafetera italiana que su madre les regaló el día de la boda.
Armando acababa de marcharse a trabajar a la fábrica. Como siempre llegaba tarde porque le encantaba hacerse el remolón en la cama. Le había dado un beso y, como todos los días, le había recordado lo mucho que la quería y lo afortunado que era teniéndola a su lado. Verónica sonrió amargamente mientras secaba sus manos con un trapo de cocina.
Se dirigió al salón y se encendió un Chester mientras miraba aquel salón tan iluminado que tanto le había gustado cuando el agente inmobiliario les enseñó la casa ( Aquí van a tener luz todo el día. Y miren, miren que vistas) . Había tantos recuerdos entre esas paredes: El primer año nuevo juntos, las visitas de su madre, las noches de los sábados viendo películas y comiendo palomitas de microondas, las patadas mientras ella trataba inútilmente refugiarse en el suelo, entre el sofá y uno de los sillones…
Apagó el cigarrillo y fue hacia el cuarto de baño. Mientras se lavaba los dientes con el cepillo eléctrico que su madre le regaló en los últimos reyes, se quedó fijamente mirando la bañera con jacuzzi ( sin duda la joya de la casa para una joven pareja de recién casados) en la que un día brindaron con champán y pocos días después él intentó ahogarla porque  había dejado tibia el agua del baño.  Escupió la mezcla de saliva y pasta de dientes con rabia. Se miró al espejo y vio que su ojo ya estaba mejor, al menos podía abrirlo.
frente-al-espejo

Mujer frente al espejo
Ya en el dormitorio (Miren que espacio tan espectacular. Aquí caben, además de la cama, hasta dos cunas por si un día deciden ampliar la familia), Verónica hace instintivamente la cama. Mira al suelo y ve que todavía queda algún resto de aquella figurita espantosa que les habían regalado en la boda de una prima de Armando y que se encontraba sobre la mesilla de noche. Eso había ocurrido hacía tan solo tres días: tres bofetadas y algunos cuantos daños colaterales. Con rabia volvió a deshacer la cama.
Del armario empotrado (¿Y qué me dicen de este armario? Ya tienen que gastar mucho en las rebajas para llenarlo por completo) sacó una maleta, aquella que le había regalado su madre para el viaje de novios a la República Dominicana, y la puso sobre la cama. La abrió y empezó a meter en ella ropa sin ningún tipo de orden.  Tras meter el cepillo eléctrico la cerró y respiró hondo.
Volvió de nuevo a la cocina (equipada con inducción) y se sentó en la mesa en la que habían estado desayunando juntos hacía apenas una hora. Cogió un bolígrafo y la libreta en la que apuntaban la lista de la compra. Tras pensar durante unos minutos, decidió no escribir nada.
Se levantó de la silla. Cogió la maleta y miró por última vez esa cocina en la que había cocinado para él, por primera vez, una paella que a juicio de Armando era insípida.
– Si quieres Fairy ya sabes dónde está el supermercado.

http://revistatarantula.com/la-casa-de-sus-suenos/

Internet

lo que hacen tus hijos en internet: una guia para padres-leonardo cervera navas-9788498676099 
 Este libro llegó a mis manos por casualidad, en una visita a la biblioteca que se encuentra en la Casa de las Conchas. Yo iba buscando un libro para mi hija y, como no puedo estarme quieta, me puse a investigar y estudiar los libros que había en la sección de padres por si encontraba alguno que me sirviese para explicar las nuevas situaciones que se dan en la red y de la que son protagonistas nuestros/as jóvenes.

Como tenía que preparar un curso para el profesorado (el que di con la empresa Tformas) y versaba sobre el bullying y los peligros (y ventajas) de internet, este libro se pareció muy interesante.

Desgraciadamente se encuentra descatalogado ya. Alguna persona se consideró muy graciosa o pensó que cuatro páginas del final del libro no merecían estar ahí o que eran demasiado interesantes para dejarlas en su sitio y desaparecieron; es decir, me quedé sin saber el final de un capítulo porque estaba incompleto.

Me parece un libro donde se muestran las ventajas y los peligros que tiene internet. Refleja muy bien cómo nos sentimos las personas adultas ante lo que nos puede ofrecer la red y cómo se sienten nuestros menores, estos seres inconscientes, inocentes e «ignorantes» al pensar que lo saben todo sobre este medio de comunicación.

Recomiendo este libro por nos da pautas, a todo el mundo, sobre lo que hay y no hay; pero también nos muestra las ventajas y lo que pueden ver nuestros hijos y nuestras hijas en la red.

También recomiendo el siguiente blog, de reciente creación, y que versará sobre estos temas:
http://familiaenredada.tformas.com/