Cantándole a la vida

En esta tarde de miércoles, pasada la nevada matutita que ha dejado nuestras carreteras, nuestros campos blancos, nos debemos detener a pensar que es aquello que Ana no logra ver. Porque, quizás, ella no sea capaz de verlo, pero nosotros/as no podemos apartar la vista y mirar hacia otro lado y pensar que eso no va con nosotros/as, sino que tenemos que ser conscientes de la importancia de participar y de ayudar a las personas que no ven que se encuentran dentro de una situación que las destruye poco a poco. 
Por todas esas mujeres que quedaron en el camino, por aquellas que continúan luchando, por las que salieron y son supervivientes, por todas, sin distinción alguna… Por todas ellas. «Lo que Ana no ve» (Revólver)

Formulando

En el mes de noviembre, más o menos, desde la empresa de formación TFormas, me ofrecieron un nuevo reto: elaborar e impartir un curso sobre distintos tipos de violencia que pueden tener como víctimas o partícipes a la juventud e infancia. Sería un curso que se impartiría al profesorado de un instituto de educación secundaria de Alba de Tormes.
Así que, un poco por compromiso con el administrador de la empresa (y amigo) y otro poco-mucho porque me atraía la idea, me dispuse a no tener «vacaciones» en el puente de la Constitución y, mientras todo el mundo disfrutaba de unos días de descanso, yo me dedicaba a elaborar el curso para ser impartido unos días más tarde.
Creo que tuvo un buen resultado. Yo al menos estoy contenta con la elaboración y el desarrollo. Si bien es cierto que las horas presenciales se me quedaron cortas, quiero creer que el objetivo se cumplió.
Desde aquí quiero dar las gracias a Amílcar G. Pola por ofrecerme esta oportunidad y comprobar que realmente la docencia me gusta. 

Reincidiendo

Llevo ya algunos años, tantos como 8 casi (¡cómo pasa el tiempo!)estudiando todo lo que tenga que ver con la igualdad entre las personas, hombres y mujeres, y la violencia de género.
En mi afán de ofrecer algo distinto en mis talleres, una de las herramientas que suelo utilizar son las canciones. De hecho, en mi trabajo de fin de máster en Malos Tratos y Violencia de Género, hice una selección de canciones (pocas, la verdad) donde se hablaba de la situación que viven muchas mujeres y que, hasta hace relativamente poco tiempo, estaba oculta en el domicilio familiar.
Esta canción del grupo Reincidentes me la mostró mi hermano y la he usado estos días con la juventud del IES. Vía de la Plata de Guijuelo.
Espero que os guste.

El diario…

Todas las personas que me conocen saben de mi afición por la lectura, la cual no he perdido con el paso de los años. Lo único que he perdido es tiempo para dedicarle más minutos, pero es lo que tiene hacerse mayor.
En esta ocasión recomiendo dos libros que he leído hace relativamente poco tiempo y fueron un descubrimiento muy grato, de hecho, tengo prácticamente toda la «colección».
Se trata de dos libros de Gemma Lienas quien habla, desde la perspectiva de una adolescente, Carlota, de dos temas de «actualidad» como son la igualdad entre los hombres y las mujeres y la violencia de género. Sin tapujos, sin tabúes, esta adolescente elabora un diario donde habla de la visión de la juventud sobre estos temas y de su visión, con la ayuda de su madre, su abuela, su tía y sus amistades. 

Estos dos libros suelo mencionar bastantes a los jóvenes a los cuales les imparto los talleres para que, si les queda alguna duda sobre estos temas que no quieran compartir conmigo, con sus compañeros y compañeras, puedan resolverlas sin ningún tipo de pudor.

Rompe con los mitos

Desde mi inicio en la Asociación Socio-cultural DiversaMente, he realizado múltiples actividades de cara al público e internas. Gracias al equipo que formamos, el trabajo que puede dar una asociación se vuelve más ameno y más sencillo, aunque a veces la burocracia nos saque de nuestras casillas y nos toque trabajar hasta tarde para poder presentar proyectos a subvenciones o documentación que nos ha sido requerida. Pero todo este trabajo se sobrelleva mejor si lo haces con ilusión, con ganas y rodeada de un grupo de personas que son un encanto, trabajadoras, responsables y que comparten contigo la misma ilusión y ganas.
«Rompe con los mitos», así se tituló la sesión de cuentacuentos que realicé en la Asociación de Mayores del Barrio Vidal de Salamanca. Con estas personas tratamos los mitos que existen en torno a la violencia de género. (Junio 2012).
 
 
 Éste es el cartel diseñado para la ocasión por DiversaMente.
 
 
 
 
 
 
 
En esta foto estoy realizando una sesión de cuentacuentos donde se trataba el tema de la igualdad de género en la Asociación de Mayores del Barrio de Buenos Aires de Salamanca.
Aquí me acompañó mi hermano para tomar algunas fotos.

Marzo 2013

En esta otra foto estoy con la Asociación de Mayores del Barrio de Tejares de Salamanca contándoles un cuento que habla de la diversidad cultural. Después iniciamos un pequeño debate sobre el tema y todas las personas que participaron dieron su opinión y contaron alguna que otra experiencia. 

Conté con el apoyo logístico de mi compi Teo.
Abril 2013 
 
 
La última foto que comparto pertenece a un cartel diseñado por mi compañero y amigo Juan Di Pane Sánchez, socio de DiversaMente, creativo, psicólogo, mediador intercultural. Se diseñó para la actividad que realicé como miembro de DiversaMente en la Asociación de Vecinos Zoes con motivo de la celebración del día de la mujer (8 de marzo de 2012). Fue una de mis primeras incursiones en el mundo del cuentacuentos, mi primera aparición como cuentera para personas adultas (ya había realizado alguna sesión de cuentacuentos para pequeños/as). En esta ocasión, elegí un cuento que habla sobre el «maltrato sutil» al que somos sometidas las mujeres debido a los cánones de belleza (y no belleza) impuestos por la sociedad debido a los roles de género y estereotipos que culturalmente nos han sido impuestos.

Taller «somos reinas», Madrid 2013

Muchas veces hay que echarle morro a la vida, lanzarse para ir consiguiendo poco a poco tus sueños, lo que quieres, para acercarte cada vez más a la luna.

Y eso es lo que hice yo al ponerme en contacto con la asociación «Generando Igualdad» de Madrid. 

Mi primer llamado a otra asociación de la capital no tuvo su fruto, pero la respuesta de mis compis y «amigas» de ilusiones y sueños de Generando Igualdad fue rápida y llena de ilusión y alegría. Algo que les he agradecido enormemente.

Les gustó mi propuesta del taller de empoderamiento que llamé «somos reinas». Enseguida concretamos fechas.

Y allí me planté. En una ciudad a la que le empezaba a perder el miedo, a la que respetaba y comenzaba a querer (a mi manera). Dos sesiones de dos horas en junio y otras dos sesiones de dos horas en octubre.

Mis chicas son estupendas. Son mujeres fuertes, entregadas, apasionadas, luchadoras, agradecidas, simpáticas, alegres, saben apoyarse, saben estar junto a las otras mujeres que las necesitan, saben expresar lo que sienten, lo que piensan.

No les dejé de repetir que «somos reinas» y que no buscamos «príncipes azules», sino «reyes» como nosotras, que nos sepan aceptar, querer y que quieran compartir con nosotras el camino por la vida. Como dice un amigo: buscamos compañeros/as de viaje.

Han sido dos experiencias con Generando Igualdad preciosas, maravillosas que espero que se vuelvan a repetir (creo que sí porque ellas tienen ganas y yo también). 

Siempre las llevo en mi corazón, en mi mente y se me llena la boca cuando hablo de ellas, de «mis chicas».

¿Y qué decir de las técnicas que las atienden, que están con ellas? Sin palabras, realmente. Sólo puede agradecerles la ayuda que me han prestado y su simpatía y cercanía. Chicas, sois maravillosas, todas, sin excepción.

Aquí os pongo una foto que podéis ver en la página de la asociación. Son las participantes del taller «Fabricanciones» con el cantautor Rafa Sánchez, parte de mis chicas estupendas. También tienen un taller de manualidades con material reciclado. Yo tengo mi mariquilla puesta en mi frigorífico.

No puedo estar más orgullosa de mi proyecto de empoderamiento «somos reinas» y de los frutos que he ido consiguiento. 

Como les digo a ellas, no debemos olvidar que todas, absolutamente todas, «somos reinas».