Violencia

Hoy os vengo a recomendar una serie de la que mucha gente habla. Está disponible en la plataforma Netflix.

La serie en cuestión se titula: «Maid». La traducción puede ser «la asistenta», «la criada», «cosas por limpiar»…

Se trata de una miniserie (no hay una segunda temporada) en la que nos cuentan unos meses de la vida de una joven madre, su lucha interna y externa, por seguir adelante, por proteger a su pequeña hija.

Alex es víctima de violencia por parte de su pareja Sean. Pero ella no se identifica como víctima «de verdad», pues nunca ha tenido heridas visibles. Las heridas que tiene, y de las que no se da cuenta, son heridas internas, en su mente, en su autoestima, en su alma…

Alex es una mujer que, como suele suceder en muchas ocasiones (o así lo reflejan en series y películas) en EE.UU., abandona los estudios, en realidad, abandona su sueño de ir a la universidad para estudiar escritura creativa, al iniciar una relación con un chico y quedarse embarazada. Ante este acontecimiento, ella se dedica a su función o labor como madre; a parte de preocuparse de su propia madre que es bipolar y no se medica.

A lo largo de los capítulos, podemos observar cómo Alex va dejando, sin darse cuenta casi, que afloren determinados acontecimientos pasados en su niñez y que estuvieron aletargados, logrando, de este modo, explicar determinadas relaciones con gente de su entorno.

Ante la violencia ambiental que sufre, decide abandonar el «hogar» familiar y solicitar ayuda. Una ayuda que está muy burocratizada y que es como la «pescadilla que se muerde la cola»: para acceder a las ayudas que le ayuden a iniciar un nuevo proyecto de vida con su hija, necesita un trabajo, para el cual necesita una guardería, para la cual necesita un trabajo, pero también necesita un hogar, para pagarlo necesita un trabajo y para optar a ese trabajo, necesita un lugar donde vivir y un lugar donde dejar a su hija de forma segura mientras está trabajando. Todo muy sencillo, ¿verdad?

Logra un trabajo por horas en una pequeña empresa de limpieza. Pero al sueldo que obtiene debe descontarle lo que se gaste en los productos de limpieza. Vamos, que en menos que canta un gallo se va a hacer de oro y va a lograr iniciar una nueva vida.

Ironías a parte, en esta serie se refleja la necesidad de unos servicios sociales no tan burocratizados; se necesita seguir trabajando en la prevención de la violencia de género para no identificar este tipo de violencia sólo con las palizas.

Podemos acompañar a Alex en su evolución, en su crecimiento, en la toma de decisiones. Somos testigos, silenciosos, de la necesidad que tiene de confiar, pero, a la vez, lo que le cuesta; también podemos acompañarla en el proceso de darse cuenta que su ex pareja nunca cambiará, que tiene que romper esa dependencia emocional y económica, que él no está mejor que ella y que, ella, tiene más opciones de salir adelante por sus propios medios que quedándose con un parásito que es el padre de su hija.

Además, vemos que Alex se siente en la obligación de cuidar a su madre y, a pesar de las jugadas que le hace, de los problemas en la que la mete, es capaz de pedirle que se vaya con ella. Como le pregunta la directora de la casa de emergencia: ¿Qué pasaría si no te ocuparas de ella?

Alex se da cuenta que tiene que romper con todo aquello que la ata, que la retiene y que no la deja avanzar. Comienza a ser consciente que tiene que agarrar con fuerza las oportunidades que se le ponen delante y no rechazar la ayuda de aquellas personas que realmente quieren ayudarla y que están ahí sin condiciones, dando igual la clase social.

También vemos que, en muchas ocasiones, no se permite ser ella, dar rienda suelta a sus deseos y anhelos, que se escuda en sus «obligaciones» como madre, como hija para no reconocer que es una mujer con deseos y placeres propios.

En resumen, tenéis que ver «Maid» para poder comprender, sólo un poquito más, qué es la violencia de género, la violencia que sufrimos las mujeres, en todas sus variantes y vertientes.

¿Existe un padre de Alex? Sí, pero tenéis que ver la serie para descubrir cuál es su papel en toda esta historia. ¿Alex tiene amistades? Sí. O no. No sé. Para descubrirlo hay que ver con atención todos los capítulos. ¿Cómo vive su hija esta nueva situación? Lo veréis si esta misma noche elegís la serie. Si tenéis la oportunidad, no dejéis de verla.