¿Cómo se puede perder tan rápido la empatía y la ilusión en tu trabajo?
¿Cómo puedes destilar tanto hastío después de una carrera tan exigente y larga?
¿Cómo se te puede olvidar que tratas con personas que, posiblemente, no tengan los mismos conocimientos que tú?
¿Cuándo dejan de existir, cuándo se vuelven invisibles quienes acuden a ti buscando respuestas y una explicación a sus dolencias?
Mírame.
Escúchame.
Valídame.
Cuéntame.
Háblame.
Explícame.
Con calma. Con lenguaje sencillo.
Pero, mírame y conversa conmigo.