Acoso escolar y trágico final

Esta semana, personalmente, considero que ha sido trágica. Escuchar en los medios de comunicación que una chica de 16 años se ha quitado la vida porque no aguantaba más el acoso al que estaba siendo sometida, es demasiado para mi cuerpo y mi mente.
Pienso que algo se está haciendo mal o que algo estamos haciendo mal, cuando no somos capaces de ayudar a una persona que está sufriendo. Esta chica no se suicida porque «ayer» le hayan pegado un tortazo o haya recibido un empujón al salir de clase o haya recibido insultos. El acoso escolar es algo prolongado en el tiempo.
Es tremendo que en el instituto no se hayan tomado las medidas adecuadas para esto, que no se haya acudido a quien corresponda, o que esa persona haya hecho oídos sordos ante la petición de ayuda. Es inaceptable e intolerable que los padres tengan que llorar una pérdida que se podía haber evitado si el «organismo» se hubiese puesto a trabajar como es debido.
Sé que el profesorado tiene mucha presión y mucho trabajo encima, pero hay determinadas cosas que no se tienen que pasar por alto. Los organismos de las Administraciones Públicas tienen que ser conscientes de la importancia de actuar con rapidez y eficacia, y dejar de lado la burocracia cuando es preciso y necesario.
Me da miedo, realmente, la sociedad que estamos creando o que estamos dejando a las generaciones futuras. Me da terror que no seamos capaces de inculcar unos valores que, desgraciadamente, pienso que estamos perdiendo: respeto, tolerancia, cooperación, ayuda, educación…
Debemos comenzar a plantearnos seriamente las cosas, reflexionar sobre lo importante y necesario, dejando de lado lo superfluo.
 

Sobre el bullying y el ciberbullying ya se ha hablado en los siguientes post del blog de Familia enREDada: http://familiaenredada.tformas.com/2014/04/bullying-1-parte.html
 

Ciega a citas

Hoy de nuevo os traigo una recomendación literaria. Se trata del libro de una autora argentina, convertida en serie de TV emitida en Cuatro, «Ciega a citas».
En él se describe el esfuerzo de una treinteañera por encontrar novio, instigada por una apuesta «secreta» que su madre hizo con su hermana pequeña, quien se va a casar antes que la protagonista.
Aventuras, desventuras, comeduras de tarro, cánones de belleza, etc. Una Bridget Jones latina, quizás.
Ya he comentado en otras ocasiones sobre los cánones de belleza que imperan en la sociedad actual, os remito a los siguientes enlaces al blog: http://conseguiremoslaluna.tformas.com/2014/09/el-cuerpo-de-una-madre.html o http://conseguiremoslaluna.tformas.com/2014/11/la-cultura-de-la-belleza.html
Tengo que reconocer que, según qué días, me como más la cabeza con lo de sentirme guapa, estar más delgada, sacarme más partido y todas estas cosas. Aunque en realidad soy de las que piensan que donde estén unas buenas curvas, que se quite una talla 34 ó 36.
Nos obsesionamos demasiado, o nos «obligan» a obsesionarnos, con estar perfectas, tener un tipo estupendo, no pesar más de 50 kilos y estar siempre «divinas de la muerte».
En este libro se ven todas estas cosas: una madre a la que le gustan más las apareciencias y tener una «buena fachada» que lo que realmente quiere su hija, una protagonista a la que le gusta comer y que, realmente, no le va mal con los chicos, sólo que no encuentra a aquel con el que compartir su vida.
Es un libro entretenido, intercultural (aprenderás palabras que se usan en Argentina), te reirás, llorarás con la protagonista y hasta hablarás con ella indicándole qué personaje masculino le conviene más o menos.
Y tú, ¿qué prefieres: ser feliz de a poquito o estar constantemente obsesionado/a con mantener un físico determinado porque es lo que nos marca la sociedad?
Hace ya algunos días, han salido varios artículos que hablan sobre las campañas de publicidad que usan a «mujeres reales» (¿quién dice quiénes somos reales y quiénes no?) para promocionar sus productos. Grandes empresas han contratado a mujeres de «tallas grandes» como modelos, saltándose a la torera esas normas «no escritas» que llevaban circulando durante años por el mundo de la moda.
Creo que uno de los últimos ejemplos, después de la celebración del famoso desfile de ropa interior de Women’s Secret, es el que aparece en el artículo de prensa que os dejo a continuación, así como la imagen que finaliza este post. 

 
 

A vueltas con la felicidad

Desde hace tiempo, la felicidad es un tema de conversación bastante recurrente en mis conversaciones con amistades, familiares, conocidos/as, etc.
¿Por qué nos preocupa tanto ser felices? ¿Qué necesitamos para ser felices?

Os traigo un artículo que nos pregunta si la felicidad es algo físico, es química o, en realidad, es algo que nos pertenece.
Durante mucho tiempo, años, siempre me he planteado qué necesito para ser feliz. Las respuestas han ido variando, pero siempre he coincidido en lo mismo: para mí, la felicidad está compuesta de pequeños momentos. Puedo ser feliz, por lo menos yo, un día de lluvia mientras camino por mi ciudad y me invade una sensación de paz, de bienestar, de armonía, de tranquilidad; puedo ser feliz estando con mis amistades y familia tomando unas copas de Lambrusco (¡cuánto lo añoro!) o pasando 5 minutos con el hombre de mis sueños, con mi compañero y mi amigo; la felicidad la puedo conseguir al acabar un libro que me ha conmovido desde la primera hasta la última página… Añadir vuestras pequeñas cosas.
Para recordármelo, desde las Navidades de 2013 he decidido tener un bote donde guardo las pequeñas cosas, y las grandes también, que me hacen sentir bien. Es el bote de «los buenos momentos». Sinceramente, el del año pasado aún no lo he abierto, pero está lleno de papelitos que sé, que cuando los lea, me van a hacer llorar de alegría y me van a dibujar una sonrisa en mi rostro.

¿El dinero da la felicidad? Pues, ciertamente no lo sé. Que ayuda, claramente, pues prácticamente todo se mueve alrededor del vil metal. Pero muchas personas que tienen mucho dinero están llenas de deudas y, realmente, no son verdaderamente felices, sino que aparentan felicidad. 

Seguro que las dudas no las he resuelto, pero quizás sí os haga plantear qué es para vosotros/as la felicidad, cómo la podéis conseguir.
Y, junto con el enlace al artículo que habla sobre la felicidad, os traigo una frase de Gandhi que me gusta mucho.
 
Y tú, ¿has decidido ser feliz?
 

http://www.piensaesgratis.com/historias-para-pensar/la-felicidad-es-fisica-es-quimica-o-es-tuya

Campaña del Gobierno 2015

En el post de la semana pasada (http://conseguiremoslaluna.tformas.com/2015/04/desnuda.html)ya os hablaba de la campaña actual creada por el Gobierno y enfocada, más directamente, a la población juvenil. Es una continuación de la realizada en el mes de noviembre, aprovechando la celebración del día internacional contra la violencia de género (25 de noviembre). 
 
Esta campaña invita a las adolescentes, debido al creciente número de jóvenes que reconocen que se sienten controladas por sus parejas, a que cuenten qué viven en su relación de pareja, pues existen medios y personas que las ayudarán.


En estos días me planteaba, y además lo hacía en voz alta, dando bastante la coña a amigos y familiares, que una campaña que se centra sólo en unos días concretos, no hace mucho. Pero ésta es mi opinión.
¿De qué me sirve que durante una semana, a todas horas, en prime time, estén sacando en televisión (la caja tonta) una campaña en contra de la violencia de género si luego no trabajo día a día para erradicar este problema? 
¿De qué sirve un programa de televisión al que se le conceden premios, que trata de hablar de la violencia de género para sensibilizar y prevenir si lo ponemos a las 12 de la noche?
¿De qué sirve que se hable de este problema y lo reconozcamos como tal, si luego, las palabras se las lleva el tiempo?
¿De qué sirve…?

Para sensibilizar y prevenir, hay que trabajar diariamente, no en fechas concretas ni determinadas. SIEMPRE.

Sensibilizar y prevenir es, por ejemplo, impartir talleres, ser pesada, hacer pensar, reflexionar, hablar, conversar, todos todos los días y que, de pronto, un día, te den la noticia de que una adolescente «ha abierto los ojos» y ha dejado a su pareja, unos cuantos mayor que ella, porque se ha dado cuenta que la relación que tenían no era una relación sana, sino que era una relación de dominación, superioridad, dependencia y chantaje.

La sensibilización y la prevención se hace todos los días, señoras y señores.