Mes: abril 2015
Emociones
Son preguntas tremendamente difíciles de contestar. Por lo menos para mí.
Llevo un año, más o menos, investigando por la red (ooohhhh!! San Google) empapándome de artículos, libros, dinámicas, juegos… que me expliquen qué son las emociones y cómo podemos expresarlas y manejarlas.
El verano pasado, con La pandilla chancleta, intentamos trabajar las emociones con los/as críos/as de 3 a 10 años. Una tarea bastante difícil. Me resultó interesante descubrir que vergonzosos se vuelven los niños y las niñas cuando se les pide hablar de sus sentimientos y explicar qué es cada uno de ellos.
Miedo, alegría, enfado, tristeza… Son algunas de las emociones que, día a día, sentimos.
Pero en muchas ocasiones, no sabemos identificar aquello que nos sucede, que nos atormenta, que nos persigue. Y, ése, en realidad, es el gran problema.
Aún seguimos pensando, como dice la canción de Miguel Bosé, que «los hombres no lloran, que tienen que pelear». Pero, me pregunto yo, ¿por qué las personas no vamos a poder expresar nuestros sentimientos? ¿Por qué si a un hombre le apetece llorar de rabia, de ira, de tristeza, se va a tener que esconder? ¿Por qué a las mujeres se nos tilda de sensibles? ¿Por qué, según nos vamos haciendo mayores, nos cuesta tanto hablar de sentimientos?
En estos días he descubierto un enlace que comparto con vosotros/as donde nos dan herramientas para trabajar con las/os peques las emociones: http://www.palabrasaladas.com/emocionario.html
En muchos lugares ya se empieza a hablar y a luchar por el reconocimiento de la educación emocional y la inteligencia emocional, como algo necesario en las escuelas. Yo creo que, si fuéramos capaces de identificar y expresar nuestros sentimientos, de manejarlos, la vida nos resultaría un poco más sencilla.
Respeto
Cuando tengo la primera sesión de mis talleres en los institutos, la primera regla que les digo que hay que cumplir es el RESPETO y la educación. Respetar el turno de palabra, respetar las opiniones de las demás personas, respetar, respetar y respetar. No os creáis que es algo que puedan cumplir fácilmente. Les cuesta. Muchísimo.
No hay que respetar porque yo lo diga. No hay que hacerlo porque sea una obligación. Hay que hacerlo porque sí, porque a cada una de nosotras, como personas, nos gusta que nos traten con respeto, que acepten que pensemos distinto, que tengamos nuestras propias ideas, porque esta mezcla de opiniones, de culturas, de pensamientos hacen que la sociedad se enriquezca.
Encontré el artículo que os comparto a continuación en uno de estos días que te pones a investigar, indagar, que tienes ganas de leer un poco más detenidamente lo que escriben los demás. Habla del respeto hacia la mujer a la que quieres. Pero este texto no sólo es aplicable para las mujeres, se tiene que aplicar a todo el mundo: si quieres a esa persona, no la humilles, no la insultes, no la manipules, respétala tal como es.
http://www.piensaesgratis.com/bloggers/si-de-verdad-la-quieres-respetala