Son preguntas tremendamente difíciles de contestar. Por lo menos para mí.
Llevo un año, más o menos, investigando por la red (ooohhhh!! San Google) empapándome de artículos, libros, dinámicas, juegos… que me expliquen qué son las emociones y cómo podemos expresarlas y manejarlas.
El verano pasado, con La pandilla chancleta, intentamos trabajar las emociones con los/as críos/as de 3 a 10 años. Una tarea bastante difícil. Me resultó interesante descubrir que vergonzosos se vuelven los niños y las niñas cuando se les pide hablar de sus sentimientos y explicar qué es cada uno de ellos.
Miedo, alegría, enfado, tristeza… Son algunas de las emociones que, día a día, sentimos.
Pero en muchas ocasiones, no sabemos identificar aquello que nos sucede, que nos atormenta, que nos persigue. Y, ése, en realidad, es el gran problema.
Aún seguimos pensando, como dice la canción de Miguel Bosé, que «los hombres no lloran, que tienen que pelear». Pero, me pregunto yo, ¿por qué las personas no vamos a poder expresar nuestros sentimientos? ¿Por qué si a un hombre le apetece llorar de rabia, de ira, de tristeza, se va a tener que esconder? ¿Por qué a las mujeres se nos tilda de sensibles? ¿Por qué, según nos vamos haciendo mayores, nos cuesta tanto hablar de sentimientos?
En estos días he descubierto un enlace que comparto con vosotros/as donde nos dan herramientas para trabajar con las/os peques las emociones: http://www.palabrasaladas.com/emocionario.html
En muchos lugares ya se empieza a hablar y a luchar por el reconocimiento de la educación emocional y la inteligencia emocional, como algo necesario en las escuelas. Yo creo que, si fuéramos capaces de identificar y expresar nuestros sentimientos, de manejarlos, la vida nos resultaría un poco más sencilla.