Confío en el ser humano

La semana pasada me preguntaba uno de los asistentes a los talleres-charlas del proyecto Red.es que si pensaba que el mensaje que quería transmitir, al estar con ellos en las clases, a los/as adolescentes les quedaba o no. Que si consideraba que aquellos, porque la inmensa mayoría son chicos, que se erigían como líderes, en realidad se quedaban con lo que explicaba en los talleres (da igual la temática: TIC’s, violencia de género, igualdad). Yo le dije que sí.

La conversación se desarrollaba dentro de las charlas-talleres que he impartido dentro del proyecto Red.es de capacitación en materia TIC a madres, padres, educadores de menores de edad. Y, como no podía ser de otra manera, nos preguntábamos si los menores de edad serían capaces de atender en charlas de este tipo o se escudarían en que saben y controlan todo lo que se «cuece» en la Red.

Yo les decía a los padres y madres que, en muchas ocasiones, todo esto basado en mi experiencia de 3 años largos trabajando en institutos y colegios con menores, ellos y ellas dan una imagen, debido a la presión de grupo, pero que, en el fondo, cuando estás a solas con ellos y ellas te das cuenta que el mensaje ha llegado.

Les conté el caso de un chico, en un instituto de un pueblo de Salamanca, con el que me enzarcé en una discusión en plena sesión. Ambos decíamos lo mismo, más o menos, pero él era incapaz de escucharme, porque sí me oía. Al final, le pedí que me dejara poner el corto que tenía preparado (el genial corto de Raquel Polo «Asesinos, ¿dígame?») y que después hablábamos de nuevo. Cuando finalizó el corto y la clase, porque no nos dio tiempo a nada más, el chico se acercó, me abrazó y me dio las gracias. Eso me vale. Eso lo llevo guardado en mi corazón, en mi cabeza y en mi alma. Ese gesto me demuestra que el mensaje llega, que ellos (y ellas) piensan, cuando quieren y les viene bien, y se quedan con todo lo que les contamos.

Os podría contar más casos de adolescentes que tienen una pose delante de los compañeros y de las compañeras, del profesor/tutora, etc. y luego, en el tú a tú, se muestran de otra manera, con otras inquietudes… Pero no voy a extenderme más. 

Os voy a poner otra muestra más de que se puede confiar en el ser humano y, en concreto, en la adolescencia, pues no todo está perdido, simplemente hay que saber llegar, escarbar y tocar la vena más sensible y crítica, para hacerles remover y que salten de la silla.

Esta semana pasada se ha convertido en noticia un corto realizado por un grupo de estudiantes zaragozanos que nos invitan a reflexionar sobre la violencia de género. El corto, de dos minutos escasos, se titula «¡Despierta! Wake up!».

Y tú, ¿te has despertado? No. ¿A qué estás esperando? Nos concierne a todo el mundo. Todas las personas somos responsables de luchar y erradicar toda clase de violencia. No mires hacia otro lado.



Una nueva educación

Hacía mucho tiempo que no tardaba tan poco en leer un libro. Creo que, en esta ocasión, ha sido menos de una semana. También hay que contar que los 4 días «festivos» de Semana Santa me han ayudado bastante a conseguirlo, ya que me he propuesto estar un poco de «relax», pero poco, no siendo que luego me acostumbre y me tire a la bartola más tiempo del debido.

Bueno, que desvarío y luego me cuesta centrarme. Esta semana os traía un recordatorio de un post que escribí hace ya algún tiempo, pues necesitaba que la inspiración volviera a mí para escribir algo que realmente me llenara. Pues la he encontrado y, por ello, os traigo una recomendación literaria.

Hoy os voy a hablar de este libro que, desde el primer momento, me llamó la atención, quizás por quien lo había escrito, quizás porque pensaba que iba a dar las pautas, desde su punto de vista, de cómo debería ser la educación.

La verdad es que lo tomé entre mis manos con ansia. He tardado en empezarlo, pero cuando lo he hecho, he aprovechado cada minuto que tenía libre para sentarme en el sofá y leer, en el taburete de la cocina mientras desayunaba o preparaba la comida para reírme con las ocurrencias de los niños y las niñas que este profesor ha transcrito…

Guardando las distancias, me identifico con lo que él plantea. Digo guardando las distancias, porque yo no soy maestra de escuela, pero sí trabajo con niños y niñas y sí pienso que hay que centrarse en otras cosas y otros valores antes de empezar a «meterles» en sus cabezas datos y más datos. Como él, pienso que según se van haciendo mayores, pierden esa inocencia, esa espontaneidad para decir lo que piensan y sienten y, cuando llegan a la edad adulta, más o menos, son incapaces de establecer relaciones sociales auténticas en las que no sea un motivo de burla expresar lo que se siente.

Con los talleres de ADAVAS me encuentro con las «quejas» o «justificaciones» de profesoras y profesores en relación con el cumplimiento de una programación que les deja poco tiempo para otras cosas. Pero, considero, que hay determinados valores y determinados temas que se pueden trabajar de forma transversal en todas las asignaturas… El ejemplo lo tenéis con este profesor que fue nominado al Nobel del profesorado.

Me encantan sus ideas, su forma de trabajar con la chavalería, su espíritu y su ilusión por lo que hace. Una nueva educación es posible. Pero para ello, hay que cumplir dos obviedades, como él escribe al comienzo del libro:

Obviedad a cumplir I: La educación debe estar por encima de cualquier gobierno.
Obviedad a cumplir II: Cuando se escriba una nueva ley de educación, sería interesante que en esa mesa de pensadores estuvieran sentados los educadores que trabajan todos los días con niños/as y adolescentes.

Creo que esta segunda obviedad es la más importante de todas. Se olvida que las leyes tienen que aterrizar en el piso, tienen que tener en cuenta la práctica, el día a día para que sean efectivas al 100%.

Seguro que César Bona tiene muchos detractores dentro del profesorado y fuera de él, pero porque no nos suelen gustar los cambios, nos da miedo lo distinto y no somos capaces de ver «más allá de nuestras narices», como decía Mary Poppins.
Este profesor, o maestro, da voz a las niñas y a los niños, porque son ellos los que tienen que sentirse incentivados, motivados para seguir aprendiendo. Porque viven en el presente y tienen que aprender para, en el futuro, ser unas buenas personas adultas capaces de gestionar situaciones conflictivas, problemáticas y saber identificar qué les pasa. Si no se les escucha, si no se les da voz estamos perdidos.


Igualdad

La igualdad de género es un tema que está en candente actualidad. Recuerdo que al leer las valoraciones que han hecho en los institutos, tras acudir a impartir los talleres de ADAVAS, alguna persona pedía que se hablara de otros tipos de igualdad. Quizás ella no sea consciente de que la inexistencia de este tipo de igualdad genera demasiados problemas en la sociedad y que todo el mundo la sufre de una forma u otra. También hay que tener en cuenta que, desde la asociación a la que represento en los centros educativos, nos encargamos de concienciar en materia de igualdad de género. Éste es nuestro campo y no otro.

No sé si es por moda o porque el mundo se está concienciando (quiero creer que es esto segundo), pero diversas campañas en pro de la igualdad entre hombres y mujeres se están creando y se están volviendo virales gracias a las redes sociales (pero por favor, que no se quede sólo en la viralidad de la noticia, hagamos algo más).

Emma Watson fue embajadora de la campaña He for She creada por Naciones Unidas (http://www.heforshe.org/en). Su discurso feminista fue muy comentado. Incluso lo aprovecharon para insultarla, personas que, en mi opinión, no tenían nada mejor que hacer. Las palabras que dijo ante las Naciones Unidas nos abren los ojos ante la realidad que hemos vivido muchas personas (hombres y mujeres) y que, desgraciadamente, se siguen viviendo.
Podéis el discurso realizado por esta actriz que se ha tomado un año sabático para seguir trabajando por la igualdad en el siguiente enlace: 
La campaña promovida por la ONU, y de la cual se han hecho eco diferentes gobiernos de todo el mundo, se anuncia con el siguiente titular: cambiará tu percepción de los roles de género


La igualdad de género no es algo que sólo atañe a las mujeres, sino que se trata de un tema de derechos humanos que requiere la participación y colaboración tanto de mujeres como de hombres. De hecho, muchos hombres están firmando el manifiesto HeforShe.

Si no luchamos y apostamos por la igualdad de género,  de forma conjunta, sin ponernos la zancadilla, seguirán ocurriendo cosas como el suceso que ha salido ahora en los medios de comunicación a través de una carta, que se ha hecho viral, acontecido en el sur de Ecuador: el asesinato de dos chicas. 
La noticia a la que hago mención se puede leer en el siguiente enlace: 

Os recomiendo que os detengáis en la carta escrita por una estudiante paraguaya. No tiene desperdicio y provoca que nos paremos a pensar y analizar qué hay en nuestro entorno. Cómo estamos educando a nuestros hijos y a nuestras hijas.
Pero no hay que irse muy lejos, en estos días, el servicio público de transporte de Madrid (EMT) era noticia por la paliza que un conductor recibió al tratar de defender a unas mujeres que estaban siendo acosadas por unos chicos.

A las mujeres, desde niñas, nos recomiendan que no vayamos solas a determinadas horas o por determinados lugares, que no provoquemos, que tengamos cuidado, … Y los consejos son: ten siempre el móvil en la mano, ante cualquier persona sospechosa, haz que estás hablando por él; saca las llaves de casa y tenlas en la mano, pueden ser un arma de defensa, …
¿Dónde se encuentra la igualdad? ¿Qué estamos haciendo (qué estás haciendo) para conseguirla?

Más sensibilización y prevención…

La gente que me conoce sabe, y quien ha leído este blog también, que colaboro, desde hace ya 3 cursos académicos, con la asociación salmantina ADAVAS (http://www.adavas-salamanca.org/) impartiendo talleres en colegios e institutos de la provincia de Salamanca y alrededores. 


Este curso finalizo pronto. Sólo me queda una sesión con dos grupos del IES Calisto y Melibea de Santa Marta de Tormes. La semana pasada les recomendé ver el programa de Salvados titulado «El machismo mata» que da comienzo a la nueva temporada. 
Anoche me senté tranquilamente, después de haber estado dando a las tabulaciones durante más de 1 hora y media, para ver cómo abordaba el equipo de la Sexta el tema de la violencia de género.

Sinceramente, no me defraudó. Al contrario, me pareció corto. Me quedé con ganas de más. Se pudo escuchar la visión de una jueza de Barcelona que diariamente ve y escucha a mujeres que han sufrido la violencia de género por parte de sus parejas o ex parejas; también pudimos escuchar a un psicólogo que trabaja con maltratadores, lo cual no es buena publicidad y, aunque quizás no comparto las terapias con estos «seres», sí estoy de acuerdo con lo que dijo sobre que hay que trabajar con ellos para que no vuelvan a hacerlo (o al menos intentarlo), porque si no se hace, volverán a agredir a otra mujer y ese germen de violencia anidará en otras personas; también pudimos escuchar a una chica que vivió esta situación durante 4 largos años y, ahora, a través de una asociación, se encarga de ir por institutos impartiendo talleres para concienciar a la juventud sobre la violencia de género.

No es por alardear, pero me vi reflejada en casi cada palabra que escuché, porque es el mensaje que yo trato de transmitir a los/as adolescentes. De hecho, tanto Marina (la chica que imparte los talleres) como yo, usamos la misma canción de Malú para hablar de posesión, control y sumisión. ¿Por qué será?

En el siguiente enlace os comparto la canción de Malú, «Toda», con la letra incluida para que podáis hacer un análisis de ella y del mensaje que transmite:
Después de terminar el programa, me puse a teclear en el móvil para «whatsappear» con diferentes personas para saber si habían visto el programa y qué les había parecido. Creo que coincidimos a la hora de considerar que se quedó corto. A más de uno/a se nos encogieron las entrañas. La tónica general es la necesidad de trabajar de continuo en las escuelas e institutos el tema de la igualdad y la no violencia. Tiene que ser un tema transversal, que esté incluido en cada asignatura o, al menos, darle el espacio que se merece. 

Pablo Iglesias comentaba en un tweet: «Necesitamos a mucha gente como Marina dando talleres en escuelas, universidades y hasta en las instituciones». Existe gente que realiza esta labor, pero, desgraciadamente, no se llega a todos los lugares porque no existen medios materiales, económicos y humanos suficientes para hacerlo. También considero, siendo mi opinión, que aún hay mucho camino por recorrer, como decía Marina anoche, porque existen todavía personas a las que les cuesta reconocer que esto sea un problema público y no privado, pensando que no es necesario trabajarlo en las aulas.

No pudiste ver el programa. Te animo que a lo hagas ahora o cuando tengas 1 horita para sentarte tranquilamente y escuchar. Os dejo el enlace al vídeo a continuación:

http://www.atresplayer.com/television/programas/salvados/temporada-11/capitulo-11-machismo-mata_2016020400463.html

En la radio…

Dentro de las distintas actividades que realizo con ADAVAS Salamanca, se encuentra la colaboración con otras asociaciones o entidades. No sólo la impartición de talleres y charlas en institutos y colegios, sino también colaboramos con distintos profesionales realizando cursos de formación sobre violencia de género, agresiones sexuales y abusos sexuales y damos charlas para concienciar sobre esta temática.


Como siempre, el mes de noviembre de 2015 fue bastante movidito. En la semana de conmemoración del 25 de noviembre (día contra la violencia de género) nos llamaron para colaborar en dos programas de radio:
 El martes 24 en Cadena SER Salamanca, dentro del programa de Santiago Juanes, para hablar sobre la violencia de género y los adolescentes. Tanto mi compañera Charo como yo, dimos nuestra opinión sobre la situación de la violencia de género en la juventud y escuchamos, atentamente, las opiniones expresadas por algunos alumnos y alumnas del IES Vaguada de la Palma de Salamanca.

El miércoles 25 colaboré en el programa de radio infantil «Menuda Voz» que se realiza en Carbajosa de la Sagrada (Salamanca). Un espacio radiofónico donde los protagonistas son los niños y las niñas y no existe guión.  Durante una hora, más o menos, fui sometida a un interrogatorio (y mis compañeras de mesa también) sobre la violencia de género. También pudimos escuchar el manifiesto que se había leído por la mañana y se entregaron unos premios a quienes habían participado en el certamen de narración y dibujo contra la violencia de género. Fue una experiencia preciosa que espero poder repetir.

Os adjunto dos enlaces relacionados con «Menuda voz». En el primero podréis escuchar mi participación en el programa de radio. En el segundo os permite acceder al blog que han creado, donde se pueden ver, a través de imágenes y texto, las distintas colaboraciones que han tenido.
http://www.ivoox.com/programa-radio-sobre-violencia-genero-audios-mp3_rf_9593037_1.html

No miremos hacia otro lado

Según el Observatorio de Violencia, cada 7 horas una mujer es violada, con penetración, en España. De este modo lo indican los últimos datos aportados por el Ministerio del Interior. En el mes de diciembre se cifró en más de 1.300 las violaciones registradas anualmente. Por el contrario, la Asociación de Asistencia a Mujeres Violadas amplía la cifra en más de 7.000 al año. A nivel mundial, en Inglaterra y Gales, aproximadamente, 85.000 mujeres son violadas todos los años.

La OMS dice que 1 de cada 3 mujeres será víctima de abuso físico o sexual durante su vida. A diario, las mujeres son insultadas por su sexualidad, su apariencia o su comportamiento. Esto demuestra que el machismo, en todas sus formas, sigue estando muy presente en esta sociedad del siglo XXI.

El diario.es ya lo plasmó en un vídeo, publicado en febrero de 2015, donde nos mostraba esos micromachismos que están ahí, pero que nos pasan desapercibidos. Pequeños comportamientos que dan por supuesto determinadas actitudes y roles y que perjudican tanto a hombres como a mujeres. 
Hace unos días, finalizando ya el 2015, todo el mundo se hacía eco de un vídeo, convertido en viral, que forma parte de una campaña, creada por la ONG noruega Care, para hacer conscientes, también a los padres, de que hay ciertas bromas que no se pueden admitir; pues pueden llegar a ser el inicio de algo mucho más grave.

La historia que se relata es «sólo» eso, una historia de ficción, pero que puede ser muy real. 

La lucha contra la violencia, pero concretamente contra la violencia de género pues se trata de una lacra social que se está llevando por delante a muchas mujeres y dejando huérfanas y huérfanos a miles de niñas y niños, es algo que nos atañe tanto a hombres como a mujeres. 
Es primordial que los hombres se impliquen en la lucha para poder crear hombres con otra mentalidad, para que no se les pase por la cabeza llamar «puta» a ninguna chica, ni siquiera en broma. En concreto, el mensaje que se quiere transmitir con esta campaña, es que los padres son, y deben ser, buenos modelos, tanto para sus hijos como para sus hijas, así como que deben tomar una postura activa contra la violencia de género.

La campaña noruega pone de manifiesto la necesidad de implicar a los hombres en la lucha contra la violencia contra las mujeres. Se les está llamando a adoptar cero tolerancia hacia la violencia de género y a transmitirla en la educación de sus hijos e hijas. El objetivo que se ha propuesto es prevenir la violación a mujeres y niñas, concienciando sobre todas las formas de abuso que vive la mujer a lo largo de su vida.

Pero también quiere concienciar a las mujeres, mandándoles un mensaje a aquellas que sean testigos o víctimas de algún tipo de abuso, aunque se crea que es mínimo, para que se muestren impasibles y denuncien.

En el siguiente enlace podéis acceder a la visualización del vídeo, en inglés con subtítulos en castellano:

https://www.youtube.com/watch?v=cdwZbbL_-2M

Ponen a nuestra disposición los medios para luchar contra la violencia de género, para luchar contra la violencia que se ceba con el sexo femenino simplemente por pertenecer a él y por considerar, parte de la sociedad, que la mujer tiene que ocupar un espacio bastante reducido, centrándose sólo en el ámbito privado. 
Si tenemos los medios, las armas legislativas, usémoslos de forma consciente, de forma racional y de un modo unido, no independientemente.

En un titular publicado por la Cadena Ser en noviembre de 2015 se decía: «Siete mujeres asesinadas por violencia de género en tan sólo una semana». Pero es que hemos comenzado el 2016 «muy fuerte». Como dice otro artículo del diario nacional El País publicado el 8 de enero: «Tercer caso de violencia machista en 2016 en tan sólo cuatro días».

Y me pregunto yo… ¿Es hora de implicarnos? o, ¿mejor seguimos mirando hacia otro lado?
Yo creo que, como en todo, la responsabilidad es tanto de hombres como de mujeres. Ahora, decides tú.