Voluntariado

Desde noviembre de 2008 formo parte de la red de voluntariado de Cruz Roja Salamanca. Comencé en el programa de atención a las personas inmigrantes y refugiadas dentro del apoyo psicológico, sensibilización intercultural y participación ciudadana y, como no, en la parte de asesoría legal.
Mi primera intervención legal fue leerme de una sentada la legislación en materia de extranjería: la ley y el reglamento. Miles de preguntas, de dudas y, sobre todo, ¿por qué no se estudiaba en la carrera?
Al poco tiempo la ley fue modificada y volvimos a empezar. Esta vez elaboramos unas cuantas charlas sobre las modificaciones y recorrimos algunos pueblos para explicar las novedades que traía la nueva ley y todo aquello que se dejaba para la promulgación del posterior reglamento.
En este campo pude acompañar al abogado en diferentes entrevistas que mantuvo con diversos usuarios y usuarias y, así, afianzar los conocimientos que iba adquiriendo en materia de extranjería.
Dentro del apoyo psicológico participé en distintos proyectos: «las meriendas» donde se les otorgaba algo caliente, en invierno, o algo fresco, en verano, a las personas que acudían al aula activa de empleo; talleres de empoderamiento o de adquisición de habilidades sociales para enfrentarse a determinadas situaciones o superar momentos de angustia, etc.
En el proyecto de sensibilización intercultural y participación ciudadana he colaborado con diversas asociaciones de inmigrantes de la provincia de Salamanca, en cursos que se les ha impartido, les he acompañado en los distintos pasos para su inscripción en el registro del ayuntamiento y para la redacción de proyectos para presentar en subvenciones. También he realizado distintas sesiones de cuentacuentos o de actividades de sensibilización en la población salmantina.
Por ejemplo, en la Biblioteca Municipal Torrente Ballester, realicé, junto con otros compañeros y compañeras, un cuentacuentos intercultural donde narramos cuentos de diversos países (España, Colombia, Venezuela, etc.) para que los niños y las niñas conocieran palabras, animales, costumbres de estos países y no tuviesen reparo en incluir estos conocimientos en su vida diaria.
Pero también hemos realizado sesiones de cuentacuentos interculturales al aire libre o en la Fundación Germán Sánchez Ruipérez. En este último lugar realizamos una «fiesta» sobre México, con piñata incluida.

Los cuentos… también son una forma de expresar, expresarte, de contar historias que, en muchas ocasiones, pasan desapercibidas. 

Cuentacuentos lunáticos

 
«Papá, por favor, consígueme la luna» (Eric Carle, Editorial Kókinos).
Cuando éramos niñas y niños, nos reuníamos alrededor de la mesa-camilla, al calor del brasero para que nuestra abuela (o nuestro abuelo) nos contase esas historias que habían pasado de generación en generación y que habían sido modificadas por el «boca a boca». 
Historias que Perrault, Andersen o los hermanos Grimm tuvieron a bien de plasmar en el papel y que nuestras abuelas (sobre todo) consideraron que debíamos conocer y, por ello, nos las contaban.
Pero el cuento ha ido evolucionando. Seguimos narrando o leyendo las historias de Caperucita Roja, de la Bella Durmiento, de Juan sin Miedo, de las Habichuelas Mágicas, etc, pero se unen historias como la de Mónica que le pide a su padre que le consiga la luna.
Ésta historia es la que yo preparé uno de los días del rincón lúdico-creativo «Vacaciones Activas» en Semana Santa para ir abriendo boca en los/as pequeñuelos/as.

Cuando cuentas un cuento, puedes hacerlo con un libro, sólo leyendo o, por el contrario, dando la entonación adecuada en cada momento, con cada personaje que aparece; puedes adaptarlo para una sesión de cuentacuentos improvisada o planeada sin nada más que tú y las personas oyentes. Pero también puedes crear atrezzo, acompañarte de elementos como hice yo en esta ocasión. 

Para contarles el cuento de «Papá, por favor, consígueme la luna» les mostré las distintas fases de la luna que se sucedían a lo largo de la historia de Mónica.
Cuento precioso, sin duda. Y no lo digo porque esté enamorada de la luna.
 

Reincidiendo

Llevo ya algunos años, tantos como 8 casi (¡cómo pasa el tiempo!)estudiando todo lo que tenga que ver con la igualdad entre las personas, hombres y mujeres, y la violencia de género.
En mi afán de ofrecer algo distinto en mis talleres, una de las herramientas que suelo utilizar son las canciones. De hecho, en mi trabajo de fin de máster en Malos Tratos y Violencia de Género, hice una selección de canciones (pocas, la verdad) donde se hablaba de la situación que viven muchas mujeres y que, hasta hace relativamente poco tiempo, estaba oculta en el domicilio familiar.
Esta canción del grupo Reincidentes me la mostró mi hermano y la he usado estos días con la juventud del IES. Vía de la Plata de Guijuelo.
Espero que os guste.

El diario…

Todas las personas que me conocen saben de mi afición por la lectura, la cual no he perdido con el paso de los años. Lo único que he perdido es tiempo para dedicarle más minutos, pero es lo que tiene hacerse mayor.
En esta ocasión recomiendo dos libros que he leído hace relativamente poco tiempo y fueron un descubrimiento muy grato, de hecho, tengo prácticamente toda la «colección».
Se trata de dos libros de Gemma Lienas quien habla, desde la perspectiva de una adolescente, Carlota, de dos temas de «actualidad» como son la igualdad entre los hombres y las mujeres y la violencia de género. Sin tapujos, sin tabúes, esta adolescente elabora un diario donde habla de la visión de la juventud sobre estos temas y de su visión, con la ayuda de su madre, su abuela, su tía y sus amistades. 

Estos dos libros suelo mencionar bastantes a los jóvenes a los cuales les imparto los talleres para que, si les queda alguna duda sobre estos temas que no quieran compartir conmigo, con sus compañeros y compañeras, puedan resolverlas sin ningún tipo de pudor.

Cuentacuentos

Según me hago mayor las ganas de seguir aprendiendo aumenta también. Sigo estudiando sí. Cuando se lo comento a jóvenes con los que hago talleres, se sorprenden, pero es que es verdad. 
En mi afán de mejorar y seguir aprendiendo técnicas y de perfeccionar lo aprendido, me apunté al taller de Narración oral que se realizó en la Escuela Monk y que impartió Roberto García Encinas.
En un fin de semana intenso se aprendió a expresar, a gesticular, a narrar, a modular la voz… y todas estas enseñanzas concluyeron en una práctica ante público en la misma escuela. Dos cuentos fueron mi carta de presentación: «Cadena de sonrisas», uno de mis cuentos favoritos, y «Caperucita Roja 20 años después». El primero un cuento con mensaje que nos sirve para trabajar distintos temas. El segundo es un cuento para «adultos» con un toque de picaresca.
Impaciente por realizar la continuación del taller y lograr un perfeccionamiento mayor para seguir trabajando con cuentos.

Rompe con los mitos

Desde mi inicio en la Asociación Socio-cultural DiversaMente, he realizado múltiples actividades de cara al público e internas. Gracias al equipo que formamos, el trabajo que puede dar una asociación se vuelve más ameno y más sencillo, aunque a veces la burocracia nos saque de nuestras casillas y nos toque trabajar hasta tarde para poder presentar proyectos a subvenciones o documentación que nos ha sido requerida. Pero todo este trabajo se sobrelleva mejor si lo haces con ilusión, con ganas y rodeada de un grupo de personas que son un encanto, trabajadoras, responsables y que comparten contigo la misma ilusión y ganas.
«Rompe con los mitos», así se tituló la sesión de cuentacuentos que realicé en la Asociación de Mayores del Barrio Vidal de Salamanca. Con estas personas tratamos los mitos que existen en torno a la violencia de género. (Junio 2012).
 
 
 Éste es el cartel diseñado para la ocasión por DiversaMente.
 
 
 
 
 
 
 
En esta foto estoy realizando una sesión de cuentacuentos donde se trataba el tema de la igualdad de género en la Asociación de Mayores del Barrio de Buenos Aires de Salamanca.
Aquí me acompañó mi hermano para tomar algunas fotos.

Marzo 2013

En esta otra foto estoy con la Asociación de Mayores del Barrio de Tejares de Salamanca contándoles un cuento que habla de la diversidad cultural. Después iniciamos un pequeño debate sobre el tema y todas las personas que participaron dieron su opinión y contaron alguna que otra experiencia. 

Conté con el apoyo logístico de mi compi Teo.
Abril 2013 
 
 
La última foto que comparto pertenece a un cartel diseñado por mi compañero y amigo Juan Di Pane Sánchez, socio de DiversaMente, creativo, psicólogo, mediador intercultural. Se diseñó para la actividad que realicé como miembro de DiversaMente en la Asociación de Vecinos Zoes con motivo de la celebración del día de la mujer (8 de marzo de 2012). Fue una de mis primeras incursiones en el mundo del cuentacuentos, mi primera aparición como cuentera para personas adultas (ya había realizado alguna sesión de cuentacuentos para pequeños/as). En esta ocasión, elegí un cuento que habla sobre el «maltrato sutil» al que somos sometidas las mujeres debido a los cánones de belleza (y no belleza) impuestos por la sociedad debido a los roles de género y estereotipos que culturalmente nos han sido impuestos.