Una año más…

Un proyecto del que me siento muy orgullosa es el de «La pandilla chancleta». Ya aludí a él en un post anterior: http://conseguiremoslaluna.tformas.com/2014/02/la-pandilla-chancleta-rincon-ludico.html
Este año seguimos elaborando este proyecto de RINCÓN LÚDICO-CREATIVO, menos tiempo sí (sólo el mes de agosto), pero no con menos ilusión y menos colaboraciones.
A pesar de que el trabajo no está pagado, nosotros, el equipo de la pandilla chancleta (niños y niñas grandes) trabajamos con ilusión y con muchas ganas, para que nuestros críos y nuestras crías, al igual que sus madres y padres, salgan contentos y se lleven un gran recuerdo de su paso por este modesto rincón lúdico-creativo organizado por una pequeña asociación sociocultural que no tiene grandes aspiraciones, sino que prefiere trabajar poco a poco, pero de forma constante.
Continuamos teniendo la colaboración de Vanessa, nuestra musicoterapeuta, para trabajar con ellos/as la música, nos han impartido una charla sobre internet a cargo de Tformas (http://tformas.com/) y la Familia enREDada (http://familiaenredada.tformas.com/), la grabación de distintas actividades y el taller audiovisual corre a cargo de Lights and Audio (http://www.lightsandaudio.es/); pero también tenemos nuestras habituales visitas a diversos rincones de la ciudad dorada. Pero el equipo de monitores no os creáis que sólo gestiona actividades. Nosotros (Ángel, Bea y yo) nos curramos nuestros propios talleres de arqueología, medio ambiente, derechos humanos, violencia, multiculturalidad, reciclaje y reutilización, manualidades, …
El Ayuntamiento de Salamanca nos cede su espacio para poder desarrollar la actividad en un barrio por descubrir, tranquilo y joven.
Este año, como novedad, colaboramos con una empresa de formación y tenemos a una chica y a un chico en prácticas. Seguro que, al finalizar el mes, querrán su «carnet» de La pandilla chancleta y repetir el próximo año. 

Hasta este año nos visitaron de un periódico local (La Gaceta de Salamanca) para entrevistarnos y saber qué hacíamos. Todo un honor y un gusto.
Realmente es un placer trabajar en algo que te gusta y con gente que se involucra tanto o más que tú.

Recomendaciones literarias

En la época estival parece que todo el mundo tiene más tiempo para leer, aquellas personas que leen, por supuesto. 
Yo voy a hacer una serie de recomendaciones literarias, pero yo no soy experta en literatura ni nada por el estilo, anticipo. Únicamente voy a hablar de libros que me han gustado, me han llenado, con los que he disfrutado. Diversos géneros literarios y diversos autores y diversas autoras y distinta temática. 
Allá van:
1. «Las eternas» (Victoria Álvarez). Éste es un libro que pedí el año pasado por mi cumpleaños (así les ahorraba el trago de pensar en qué regalarme). Tengo la suerte de conocer a esta escritora salmantina a la que le apasiona escribir; quien no ha terminado de escribir un libro y ya está pensando en el siguiente. Tiene en su haber dos novelas más, aún me queda por leer la última, pero no tardaré.
2. «Como desees» (Anabel Botella). Libro de intriga juvenil ambientado en un pueblo de Valencia. Y no voy a decir nada más, salvo que me lo leí casi en un suspiro.
3. «Enlazados» (Carlos García Miranda). Sinceramente, el título del libro no me atrajo, el «resumen» de la contraportada tampoco. Pero conocí al autor, un tipo muy majete, me cayó bien y como todo el mundo que conocía hablaba maravillas del libro, pues lo compré y lo leí. Al final, literalmente, acabé enganchada a él. Es de fácil lectura, dinámico, con buenas descripciones. Nada que enviar a Los juegos del hambre (que no he leído). Hace guiños a determinadas películas que gustan al autor.
4. «Para Ana… de tu muerto» y «Los caracoles no saben que son caracoles» (Nuria Roca). Sinceramente, me ha convencido como escritora. Con el segundo título (que ha sido el primero que leí) terminé llorando, pero no de tristeza porque el libro sea malo, al contrario, me encantó. Y el segundo… sin palabras. Como dice una amiga: «mi vida es muy aburrida», comparándola con las vidas de las protagonistas de los libros de Nuria Roca. Tengo pendiente para leer el último libro que ha escrito con su marido.
5. «Los besos no se gastan» (Raquel Martos). En dos semanas me leí este libro y el de los caracoles de Nuria Rosa. Y fueron unas noches estupendas (que es cuando más puedo leer). Estaba en la cama y era incapaz de soltar el libro. Unas lagrimillas al final porque el libro lo merece. Me gusta como está escrito e, igual que con Nuria Roca, tengo pendiente su última publicación.
6. Saga de Harry Potter (J.K. Rowling). Fan, fan absoluta de estos libros. Las películas ya las he visto no sé cuántas veces. En mi mesilla está el primero de los libros para volverlo a leer. Me encantan es decir poco. Sueño con poder vivir en un mundo como el de Harry Potter e ir a estudiar a Hogwarts.
7. «Palabras envenenadas» (Mayte Carranza). Libro duro donde los haya, pero muy bueno. Hasta casi las últimas páginas no sabes quién es la persona malvada.
8. El club de los incomprendidos (Blue Jeans). No ha visto chico más campechano, humilde que Blue Jeans. Estoy terminando el tercero de esta saga y es que lo lees como si nada, y mira que son grandes los libros. Me lo he encontrado escribiendo en una terraza de una cafetería en la Plaza Callao como si tal cosa (yo no podría escribir ahí, seguro). Colas kilométricas de chicas y chicos esperando a que les firme los libros.
9.«El chico malo» (Abi Glines). Novela juvenil romántica donde el chico bueno es bueno y el chico malo es malo, ¿o no? No lo recuerdo, jajajaja. Triángulo amoroso adolescente.
10. «No digas que estás solo» (César Fernández García». Libro muy finito, de literatura juvenil y de terror, mejor dicho, suspense. Se lee en una sentada.










Bueno, pues éstas son mis recomendaciones. Me dejo muchas en el tintero (o en el teclado de mi portátil), pero éstas son las que más me han «impactado» en el último año (de verano a verano).

Espero que os gusten.

Prevenir la violencia de género en adolescentes

Desgraciadamente estamos volviendo a mentalidades de hace algunos años. La mentalidad de nuestra juventud está retrocediendo en el tiempo y el control, la posesión y las relaciones tóxicas se están apoderando de ellas y de ellos. «Ella es mía» y pensar que la confianza se demuestra en pasarle los datos de acceso a diferentes redes sociales, al correo electrónico o al móvil es una muestra de cariño y de amor, está abocando a las relaciones juveniles al más profundo fracaso y a la «detrucción» de la autoestima de las chicas.

A continuación enumero una serie de campañas, apps y otros recursos ideados por diferentes entidades, asociaciones para prevenir la violencia de género entre la comunidad adolescente.
 

www.enlaredtampoco.es

App para android e IOS elaborada por Santa Cruz de Tenerife:

http://www.madrid.org/cs/Satellite?c=CM_InfPractica_FA&cid=1354194793001&idConsejeria=1109266187278&idListConsj=1109265444710&idOrganismo=1109266228570&language=es&pagename=ComunidadMadrid%2FEstructura&sm=1109266100977

http://www.injuve.es/convivencia/noticia/descarga-gratis-la-app-libres

http://adolescentesinviolenciadegenero.com/

http://enredatesinmachismo.com/

http://adolescentesinviolenciadegenero.com/telefono-ayuda-adolescentes/

Comparto un pequeño corto ideado por jóvenes e interpretado por ellos, que participó en un concurso organizado por el antiguo Ministerio de Igualdad. «Sin pensarlo dos veces».
https://www.youtube.com/watch?v=RGjM8h3-dZU 

 

Decisiones

No me considero una coach, sino una persona que ha vivido ciertas experiencias a lo largo de su vida que han hecho que adquiera determinados saberes, por llamarlo de alguna manera. 
Las conversaciones con personas desconocidas que después se convierten en conocidas y amigas, la lectura de los libros de «autoayuda» (denominación que no me gusta, ya que pienso que cualquier libro, leído en el momento oportuno, te puede ayudar en tu vida), las propias experiencias buenas y malas que posteriormente analizas y estudias y desgranas, los buenos y los malos consejos de tu familia y amistades,… todo ello hace que tenga capacidad para salir adelante, para seguir luchando, que tenga lo que se llama «resiliencia».

Hace unos días, una persona cercana, que no está viviendo un buen momento, me pidió consejo y yo, más o menos, le dije lo siguiente:

Las decisiones hay que tomarlas, no por postergarlas en el tiempo las cosas se solucionarán o se «desharán» solas. Espero equivocarme, pero cuanto más esperes peor serán las cosas, además, más difícil se te hará romper la situación/relación.
No digo que tomar decisiones sea fácil. Siempre se busca el apoyo de gente del entorno más cercano para hacerlo; se busca la confianza que estas personas pueden darte para asegurarte de que lo que haces es lo correcto o está bien. Pero piensa que lo que es bueno para ti, en muchas ocasiones, no es bueno para otras personas o no es lo correcto para otras.
Me ha costado darme cuenta, pero lo he hecho, y cada vez estoy más convencida de que lo importante y lo principal es ser «egoísta», en el sentido de estar bien «yo misma» y después mirar por los demás. Si «yo» estoy bien, haré que la gente de mi entorno lo esté. No se puede estar viviendo una «mentira» o una situación desagradable por el mero hecho de «el qué dirán», «cómo le voy a hacer esto a Fulatino o a mi familia» o por el miedo al futuro/a lo desconocido. Si no arriesgamos no tenemos, y si no tenemos, estaremos mal y soñando en un futuro mejor sin hacer nada por conseguirlo. La «luna» se consigue luchando y viviendo el día, trabajando para llegar a alcanzarla. Si no se lucha, si no se trabaja, siempre estarás en el mismo lugar y nunca avanzarás. 
Preocúpate de ti misma, de estar bien, de vivir coño, que la vida es corta (aunque suene a tópico) que la vida de cada persona es de cada una y que nadie la va a vivir por ti.

De todo se aprende, de lo bueno y de lo malo. Hasta las cosas negativas tienen su punto positivo, lo sé por experiencia. Siempre hay que buscar lo positivo porque es lo que te ayudará a seguir adelante. Hay que valerse por una misma, pero también hay que saber pedir ayuda y saber a quién pedirla.
Este momento ha pasado. Hay que sacar lo bueno de esta experiencia: sabes cómo quieres vivir tu vida, qué te hac sentir bien y feliz y qué no quieres a tu lado. 

Hay personas por las que vale la pena «perder» el tiempo. Pero otras personas, por el contrario, son muy tóxicas y es mejor apartarlas de nuestro lado para que nuestra salud no se resienta.

La visualización

La verdad, no es por echarme flores, pero cuando me pongo a preparar talleres, de cualquier tipo, no sólo para las chicas de Generando Igualdad, necesito muuuucho tiempo para buscar el material, seleccionar el que creo que me vendrá mejor para lo que quiero trabajar, organizar la sesión, los tiempos,…

Entre esas búsquedas, descubrí los cuentos de Jorge Bucay. Podremos estar de acuerdo o no en su método, pero no podemos negar el poder de los cuentos (como ya he dicho, creo, en otras ocasiones). 

Este cuento lo he usado en mi último taller «Somos reinas» para hablar de las capacidades de cada persona, en los impedimentos que tenemos y/o que nos ponemos, en la necesidad de intentarlo, intentarlo y volver a intentarlo cuando pensamos que ya no seremos capaz de sacarlo adelante.

Hay un dicho que dice: «el que la sigue, la consigue«. Pues eso debemos hacer a lo largo de toda nuestra vida, seguir y seguir hasta que consigamos aquello que queremos. En mi caso, por ejemplo, «la luna».

Porque nadie nos puede decir que no podemos antes de intentarlo al menos.

EL ELEFANTE ENCADENADO (Jorge Bucay)
Cuando yo era pequeño me encantaban los circos, y lo que más me
gustaba de los circos eran los animales. Me llamaba especialmente la
atención el elefante que, como más tarde supe, era también el animal
preferido por otros niños. Durante la función, la enorme bestia hacía gala
de un peso, un tamaño y una fuerza descomunales… Pero después de
su actuación y hasta poco antes de volver al escenario, el elefante
siempre permanecía atado a una pequeña estaca clavada en el suelo con una cadena que
aprisionaba una de sus patas.
Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos
centímetros en el suelo. Y, aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que un
animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su fuerza, podría liberarse con facilidad de la
estaca y huir.
El misterio sigue pareciéndome evidente.
¿Qué lo sujeta entonces?
¿Por qué no huye?
Cuando tenía cinco o seis años, yo todavía confiaba en la sabiduría de los mayores. Pregunté
entonces a un maestro, un padre o un tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó
que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado.
Hice entonces la pregunta obvia: «Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan?».
No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo, olvidé el misterio del
elefante y la estaca, y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían
hecho esa pregunta alguna vez.
Hace algunos años, descubrí que, por suerte para mí, alguien había sido lo suficientemente sabio
como para encontrar la respuesta:
El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era
muy, muy pequeño.
Cerré los ojos e imaginé al indefenso elefante recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de
que, en aquel momento, el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y, a pesar de sus
esfuerzos, no lo consiguió, porque aquella estaca era demasiado dura para él.
Imaginé que se dormía agotado y que al día siguiente lo volvía a intentar, y al otro día, y al otro…
Hasta que, un día, un día terrible para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a
su destino.
Ese elefante enorme y poderoso que vemos en el circo no escapa porque, pobre, cree que no
puede.
Tiene grabado el recuerdo de la impotencia que sintió poco después de nacer.
Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese recuerdo.
Jamás, jamás intentó volver a poner a prueba su fuerza…
Todos somos un poco como el elefante del circo: vamos por el mundo atados a cientos de
estacas que nos restan libertad. Vivimos pensando que «no podemos» hacer montones de
cosas, simplemente porque una vez, hace tiempo, cuando éramos pequeños, lo intentamos y no
lo conseguimos. Hicimos entonces lo mismo que el elefante, y grabamos en nuestra memoria
este mensaje: No puedo, no puedo y nunca podré.
Hemos crecido llevando ese mensaje que nos impusimos a nosostros mismos y por eso nunca
más volvimos a intentar liberarnos de la estaca. 

Acá os dejo el enlace si queréis escuchar el cuento:

Los dibujos animados que ven nuestros niños y nuestras niñas

En este post me voy a hacer eco de un estudio que se ha realizado en la Universidad de Granada sobre los dibujos animados que ven nuestros/as menores. Creo que no tiene desperdicio y que debemos empezar a cuestionarnos qué es lo que queremos enseñar a nuestros chicos y a nuestras chicas, qué valores y qué roles les queremos asignar.
Aquí os dejo el enlace para que le echéis un vistazo:

http://www.publico.es/culturas/513309/un-estudio-revela-que-los-dibujos-animados-femeninos-estan-asociados-a-estereotipos-negativos?utm_content=bufferb6d9b&utm_medium=social&utm_source=facebook.com&utm_campaign=buffer