II Jornada Solidaria de Pádel Generando Igualdad

II Jornada solidaria de Pádel contra la violencia de género. Organizado por La Solana Padel y la gran María José García García a favor de la asociación Generando Igualdad.
 
Fue un día 28 bastante largo, donde se aglutinaron un montón de sensaciones, actividades y momentos, todos ellos entorno al pádel y la violencia de género.
 
Gran ambiente en el club La Solana Padel (en Torrejón de Ardoz, Madrid) donde compartimos momentos de alegría extrema, paella solidaria(¡riquísisa!), pádel, gin tonic’s, cuentacuentos, ventas de manualidades hechas por las chicas que componen la asociación Generando Igualdad y stand de patrocinadores y participantes (K’antiy desing, La palma deluxe y otros).
 
Quizás, el momento más emotivo fue cuando nuestras chicas de la asociación se juntaron alrededor del micro y de Rafa Sánchez para cantar las canciones compuestas en el taller «Fabricanciones», el cual se ha llevado a cabo durante más de un año los martes de cada mes. En la actualidad están gestionando la elaboración de un cd con todas estas canciones compuestas desde el corazón. 
 
 
Aquí os dejo el enlace del canal que la asociación tiene en you tube para que escuchéis una de esas maravillosas canciones que componen. Ésta, en concreto, me pone los pelos de punta de la emoción. ¡VIVE!
 https://www.youtube.com/watch?v=JepIm4sFFKU
 

Miguel Lorente Acosta y su nuevo libro

Hoy me quiero hacer eco de la publicación del nuevo libro de Miguel Lorente Acosta. 
Es médico Forense, también Profesor de Medicina Legal de la Universidad de Granada, Especialista en Medicina Legal y Forense y Máster en Bioética y Derecho Médico.
 
Ha trabajado en el análisis del ADN en identificación humana, el análisis forense de la Sábana Santa, y en el estudio de la violencia, de manera muy especial de la violencia de género, circunstancia que llevó a que le nombraran Delegado del Gobierno para la Violencia de Género en el Ministerio de Igualdad. 
Tiene un blog en el periódico nacional El País: http://blogs.elpais.com/autopsia/ y es autor de otras obras relacionadas con la violencia de género, además de conferenciante.
Para saber algo más sobre este libro, han escrito un post en el blog del periódico arriba mencionado. Os dejo el enlace para que lo leáis

http://blogs.elpais.com/mujeres/2014/06/t%C3%BA-haz-la-comida-que-yo-cuelgo-los-cuadros.html

Experimento sociológico

Este vídeo no ha dejado indiferente a nadie. Hasta en el teledario ha salido. 
Se trata de un experimento sociológico realizado en Reino Unido. En él se producen dos situaciones vividas por una misma pareja: agresiones a la mujer y agresiones al hombre. Las reacciones de la gente son distintas, pero, ¿por qué? ¿Son injustas? 
No voy a decir nada más, no voy a dar mi opinión, simplemente lo dejo ahí para que penséis, reflexionéis y, si queréis, expreséis vuestra opinión.
Sólo diré que el concepto que se baraja sobre «violencia doméstica», según la definición que manejamos, no es el correcto. 
Y, por supuesto, la «violencia es violencia», da igual quien la realice, donde se realice y bajo que circunstancias. Ningún tipo de violencia es justificable.

Publicidad sexista

La publicidad siempre está en tela de juicio. El «todo vale» ya se está empezando a cuestionar y se critica el uso que se hace del cuerpo de la mujer para vender los productos. 
A continuación comparto un reportaje que apareció en TVE sobre el machismo en la publicidad.
 

http://www.rtve.es/alacarta/videos/telediario/machismo-se-vuelve-mas-sutil-pero-mensajes-sexistas-perduran/2262531/

Para terminar, un fragmento de la película «La sonrisa de Mona Lisa», bajo el título «el papel para el que habéis nacido».
Analicemos y reflexionemos sobre el papel que queremos desempeñar. 

https://www.youtube.com/watch?v=JRgZKEgD24U

«Las gafas de la igualdad»

Ayer leí este artículo en el blog que me pareció muy interesante. Os animo a lo que lo leáis y penséis, reflexionéis. Poneros vuestras gafas de la igualdad para descubrir dónde, cuándo y quién lucha porque las personas seamos iguales.
De este mismo modo lo hace Carlota en su diario violeta, como ya os comentaba en otro post:
http://conseguiremoslaluna.tformas.com/2014/02/todas-las-personas-que-me-conocen-saben.html 

A continuación os dejo el enlace para que leáis el artículo «las gafas de la igualdad»

http://blogs.20minutos.es/mas-de-la-mitad/2014/05/29/las-gafas-de-la-igualdad/ 

¡¡Feliz lectura!!! Buen fin de semana.

La visualización

La verdad, no es por echarme flores, pero cuando me pongo a preparar talleres, de cualquier tipo, no sólo para las chicas de Generando Igualdad, necesito muuuucho tiempo para buscar el material, seleccionar el que creo que me vendrá mejor para lo que quiero trabajar, organizar la sesión, los tiempos,…

Entre esas búsquedas, descubrí los cuentos de Jorge Bucay. Podremos estar de acuerdo o no en su método, pero no podemos negar el poder de los cuentos (como ya he dicho, creo, en otras ocasiones). 

Este cuento lo he usado en mi último taller «Somos reinas» para hablar de las capacidades de cada persona, en los impedimentos que tenemos y/o que nos ponemos, en la necesidad de intentarlo, intentarlo y volver a intentarlo cuando pensamos que ya no seremos capaz de sacarlo adelante.

Hay un dicho que dice: «el que la sigue, la consigue«. Pues eso debemos hacer a lo largo de toda nuestra vida, seguir y seguir hasta que consigamos aquello que queremos. En mi caso, por ejemplo, «la luna».

Porque nadie nos puede decir que no podemos antes de intentarlo al menos.

EL ELEFANTE ENCADENADO (Jorge Bucay)
Cuando yo era pequeño me encantaban los circos, y lo que más me
gustaba de los circos eran los animales. Me llamaba especialmente la
atención el elefante que, como más tarde supe, era también el animal
preferido por otros niños. Durante la función, la enorme bestia hacía gala
de un peso, un tamaño y una fuerza descomunales… Pero después de
su actuación y hasta poco antes de volver al escenario, el elefante
siempre permanecía atado a una pequeña estaca clavada en el suelo con una cadena que
aprisionaba una de sus patas.
Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos
centímetros en el suelo. Y, aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que un
animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su fuerza, podría liberarse con facilidad de la
estaca y huir.
El misterio sigue pareciéndome evidente.
¿Qué lo sujeta entonces?
¿Por qué no huye?
Cuando tenía cinco o seis años, yo todavía confiaba en la sabiduría de los mayores. Pregunté
entonces a un maestro, un padre o un tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó
que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado.
Hice entonces la pregunta obvia: «Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan?».
No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo, olvidé el misterio del
elefante y la estaca, y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían
hecho esa pregunta alguna vez.
Hace algunos años, descubrí que, por suerte para mí, alguien había sido lo suficientemente sabio
como para encontrar la respuesta:
El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era
muy, muy pequeño.
Cerré los ojos e imaginé al indefenso elefante recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de
que, en aquel momento, el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y, a pesar de sus
esfuerzos, no lo consiguió, porque aquella estaca era demasiado dura para él.
Imaginé que se dormía agotado y que al día siguiente lo volvía a intentar, y al otro día, y al otro…
Hasta que, un día, un día terrible para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a
su destino.
Ese elefante enorme y poderoso que vemos en el circo no escapa porque, pobre, cree que no
puede.
Tiene grabado el recuerdo de la impotencia que sintió poco después de nacer.
Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese recuerdo.
Jamás, jamás intentó volver a poner a prueba su fuerza…
Todos somos un poco como el elefante del circo: vamos por el mundo atados a cientos de
estacas que nos restan libertad. Vivimos pensando que «no podemos» hacer montones de
cosas, simplemente porque una vez, hace tiempo, cuando éramos pequeños, lo intentamos y no
lo conseguimos. Hicimos entonces lo mismo que el elefante, y grabamos en nuestra memoria
este mensaje: No puedo, no puedo y nunca podré.
Hemos crecido llevando ese mensaje que nos impusimos a nosostros mismos y por eso nunca
más volvimos a intentar liberarnos de la estaca. 

Acá os dejo el enlace si queréis escuchar el cuento: