Muchas veces hemos escuchado «lloras como una niña», «eres una niña o una nenaza», «gritas como una niña», etc. Todas estas frases o expresiones usadas como una forma de insultar a la otra persona, sobre todo si es hombre o un niño.
No nos damos cuenta que lo que estamos haciendo es usar unos estereotipos impuestos a las niñas, los cuales serán asumidos por ellas y considerados como algo normal cuando estén en la fase adulta.
Es decir, todas estas frases y expresiones serán normalizadas en el día a día de las niñas convertidas en mujeres y consideradas verdaderos insultos para los niños y para los hombres.