Dos de los grupos hicieron alusión al «No es No», el escenario se tiñó de morado, y nosotras saltamos apoyando el grito de los cantantes y sus consignas.
Muchas personas se acercaron a nuestro stand a interesarse por la información que dábamos. Repartimos folletos que hablaban sobre Adavas y el consentimiento necesario en las relaciones sexuales. Pero lo que más éxito tuvo fueron las pulseras, con el slogan «No es No», que hizo una de nuestras voluntarias (Marisa) y las chapas que regalábamos de «Super Violetas» https://supervioletas.com/ (GRACIAS A AMBAS). La gente se acercaba expresamente a por las pulseras y nos daban las gracias por estar y por informar.
También invitábamos, a quien quisiera, a que dejara reflejado su mensaje contra la violencia sexual en nuestro «Árbol mensajero». Durante toda la tarde y toda la noche, hombres, mujeres, niños, niñas… se acercaban a escribir su mensaje en nuestros post-it de colores y los pegaban en los dos árboles que sujetaban dos de las esquinas de nuestra carpa.
Fue una noche en la que compartimos mensajes, conversaciones, música, compañerismo, solidaridad, entusiasmo y sensibilizamos a la gente menuda y no tan menuda.
Ha sido una experiencia estupenda que ojalá no se tuviera que volver a repetir. Pero la realidad es, como comentábamos esa noche y los días previos y posteriores, son espacios necesarios para prevenir y sensibilizar. Hay que dejar las cosas claras, tener un mensaje de rechazo hacia todo tipo de violencia, centrarnos en desterrar la cultura de la violación, detener nuestro mensaje, no sólo en la protección de las mujeres, sino en la prevención y en la educación de los hombres de todas las edades en el respeto hacia todas las personas, en especial hacia las mujeres.