En algunas ocasiones hablo con un amigo sobre la duración de los episodios de las series españolas. Él me dice que podrían aprender de las americanas, pues son capítulos de 20 ó 30 minutos. En España los capítulos suelen duran 1 hora.
Bien, pues he descubierto una serie española que le gustaría por la duración de cada capítulo: «El tiempo que te doy». Esta serie, creada por la actriz Nadia de Santiago, tiene una duración media de 12 minutos, aproximadamente. Lo que narra en cada uno de los capítulos te remueve, te hace pensar… y son tan sólo 12 minutos.
Esta serie toca el tema de las rupturas de las parejas. En concreto, de todo lo que acontece una vez tomada la decisión de romper: cómo lo vive, en este caso, la protagonista. Esos altibajos emocionales, ese silencio, ese echar de menos, esos recuerdos de lo vivido, esos momentos en los que te encuentras y no sabes… Esa esperanza de volver.
Pero, poco a poco, las cosas se van poniendo en su sitio. Y te das cuenta de que vuelves a tener sueños, que, aunque duele, ya lo hace menos.
De rupturas también habla Ana Bernal en el último de los artículos publicados en el diario digital Público. Ella escribe, como ya lo hizo en otra ocasión, de las rupturas sentimentales. De las primeras veces. De los inicios. De que no pasa nada por romper y reconocer que no se está bien en pareja. Como digo siempre, tenemos que estar bien, en primer lugar nosotras, para que ese bienestar se refleje en todo lo que nos rodea.
Estar en pareja no debe ser una obligación. Tiene que ser una elección conjunta. No podemos obligar a la otra persona a estar con nosotras porque nosotras le seguimos queriendo o queremos aferrarnos a esa relación. Eso no es bueno para la pareja y, tampoco, para las hijas e hijos si existen. Es preferible estar separados para poder disfrutar de la maternidad/paternidad, pero también para redescubrirte en esa faceta «solitaria».
De eso trata «El tiempo que te doy». De eso trata, la vida. De descubrirte en nuevas facetas, de intentar y probar. Ensayo-error. Las rupturas no hay que verlas, como dice la periodista Ana Bernal, como un fracaso. Eso es un error que no nos permite avanzar. Las rupturas las tenemos que ver como una nueva oportunidad de buscar aquello que nos hace crecer como personas, que nos hace ser mejores, que nos hace ser felices. No nos tenemos que aferrar con uñas y dientes a aquello que sabemos, a ciencia cierta, que nos está carcomiendo, que nos está destruyendo poco a poco y que no nos deja ser feliz.
Cambiemos el chip y pensemos que también es bueno estar temporadas en soledad, descubrirte. Quizás, en esas rupturas encuentres nuevas cosas que te hagan realmente feliz y puedas lograr tus sueños.
Deseo que el 2022 os ayude a cumplir vuestros sueños en solitario o en pareja.