Teníamos las esperanzas puestas en que, en esta ocasión, la representación de España para Eurovisión fuese algo más acertada.
Tengo que partir reconociendo que no he visto ninguna de las galas, pero sí conozco algunas de las canciones que han participado (quizás las más afines, las que más me han llegado).
Yo, lo reconozco y no me cuesta nada decirlo, estaba con Tanxugueiras. Su canción (y su estilo), me parece que tiene esos componentes que son necesarios en la actualidad: volver a lo de siempre, pero dándole un toque moderno. Además, la letra de la canción me toca porque es un tema que llevo estudiando y trabajando desde hace años. «Non hay fronteiras».
A Rayden le sigo desde no hace mucho, pero sí el tiempo suficiente para haber escuchado bastante su repertorio. Me resulta «innovadora» su puesta en escena: rompiendo moldes, estereotipos… Los hombres también pueden (y deben) llorar y no hace falta ir a la «Calle de la llorería». Hacedlo en casa, delante de la gente,… No se os va a caer nada.
Rigoberta Bandini me la ha descubierto Henar (Buenismo bien) y mi hija. Y, claro, la canción en bucle. Es pegadiza. En mi opinión el mensaje es bonito y muy acorde a lo que está sucediendo en Instagram donde se nos censura a las mujeres algunas partes de nuestros cuerpos que son «más abultadas» que las de los hombres, en algunos casos. Creo que trata de otorgar a las mujeres el sitio que nos corresponde, poniendo en valor y hablando alto y claro de nuestro papel como madres (aquellas que queramos serlo y que podamos) y diciendo verdades como puños (como dirían mi abuela materna y mi madre).
Del resto de canciones he escuchado pinceladas, trocitos. Por ello, no opino.
Creo que la polémica no se debe centrar en la artista, consolidada en el mundo de los musicales, Chanel Terrero. Ni mucho menos. Condeno firmemente todos los ataques que ha recibido, me parecen deleznables e inapropiados. Como ha dicho David Amor en un storie de Instagram: ella es la intérprete, no la autora de la canción.
Acabo de escuchar la canción. He tenido que buscar la letra porque, sinceramente, no entendía casi nada de lo que decía. La puesta en escena y el tema, salvando las distancias, me han recordado a alguna de las actuaciones de Jennifer López que lo que busca es €€€€ y que la gente mueva el cuerpo sin pararse a pensar qué dice la canción. De verdad, no le encuentro enjundía a la letra, no le encuentro sentido, no le encuentro… Creo que ya estoy poseída por lo que llamo «defecto de profesión» y analizo casi todas las letras de las canciones.
David Amor seguía diciendo que había que analizar lo que ha querido la «casa» pública. Ha decidido que dos artistas como Tanxugueiras y Rigoberta Bandini, creadoras y compositoras de las canciones y que si llegaban a representar a España en el festival todos los ingresos irían para ellas, quedasen apartadas en favor de un producto comercial, cuyos beneficios económicos (dejando de lado la publicidad, etc.) no irían a la intérprete de la canción, sino que irían al equipo que ha creado dicha canción.
No estoy decepcionada ni tampoco me ha sorprendido en exceso el resultado final. Me da lástima porque hemos tenido la oportunidad de llevar al festival algo innovador, auténtico, genuino, nuestro… Y el jurado se ha decantado, obviando lo que el público quería, por lo comercial y que, lamentándolo mucho, creo (espero equivocarme) que no nos va a llevar a la gloria, sino que nos quedaremos como siempre y habremos hecho (perdón), habrán hecho pasar un mal rato a una actriz y cantante que no tengo la menor duda de que es maravillosa y una gran profesional.
Todo, absolutamente todo es política. Y si no es así, ya nos encargamos, o ya se encargan, de politizarlo. Nos da miedo llevar un mensaje reivindicativo, nos da miedo llevar un mensaje que sume y que reconozca la variedad de culturas y de dialectos que enriquecen España.
Pero con lo que me quedo es con la reacción de Tanxugueiras, Rigoberta Bandini y Rayden (sobre todo de las dos primeras por lo simbólico) de apoyo incondicional a Chanel Terrero. Eso es sororidad y lo demás… es lo demás.